A lo largo de la vida del hombre, se van presentando acontecimientos que de alguna u otra manera, aportan elementos fundamentales para crear una identidad. Identidad que está enmarcada por la cultura y la educación, las cuales no son posibles sin la comunicación.
Desde que el hombre nace, nace con una naturaleza, pero a medida que pasa el tiempo, va adquiriendo conocimientos, maneras de actuar, de pensar y de relacionarse con otros; esto es lo que se podría denominar como la cultura, la cual está determinada en gran medida por la educación que ha recibido, y por las necesidades que han surgido en la vida del hombre, las cuales han permitido que este se adapte a los cambios.
Se puede decir que la cultura es lo que hace “especiales” a los hombres, pues no hay una sola cultura ni culturas iguales, ni siquiera en integrantes de una misma familia.
Es esa diversidad cultural la que permite que el hombre se enriquezca del otro, y que adquiera nuevos conocimientos mediante la interacción; es en este punto, donde la comunicación tiene un papel fundamental, ya que esa serie de informaciones que el hombre va recibiendo, necesita de la comunicación. Y es esta comunicación que retroalimenta, en la cual el hombre aprende y se educa con el mismo hombre.
Es así, como la cultura, la educación y la comunicación son casi la definición del hombre, y son estas mismas tres, las que hacen que cada uno sea único y diferente a otros, aún cuando sean de la misma raza, credo, política, ideologías, etc.
Indiscutiblemente no es posible hablar de cultura sin mencionar la comunicación y la educación, son tres palabras que están íntimamente relacionadas, porque se complementan de tal manera que forman una cadena, que si llegara a faltar una, las otras perderían sentido.
Una mirada profunda y tranquila muestra una gran sensibilidad, es una mirada que se pierde en el infinito y pareciera ser portadora de su soledad, obstinación y determinación. Con abundante cabellera, llena de brillos color plata que hacen gala de sus grandiosas ideas e ilimitada creatividad. Sus cejas pobladas y su ceño fruncido hacen alusión a su fuerte carácter, pero comprometido y defensor de sus principios y obrar social.
Así se puede apreciar en un retrato exhibido en su museo, al maestro Pedro Nel Gómez, quien nació en Anorí, Antioquia, el 4 de julio de 1899 y vivió su infancia en Itagüí. Su madre le regaló el primer libro de arte, con el cual descubrió su vocación artística. Por esta razón, decidió recibir clases de dibujo y pintura en Bellas Artes, también estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional.
En 1925, con pocos recursos económicos, resolvió viajar a Europa para investigar la técnica del mural al fresco y para buscar mayores oportunidades artísticas y profesionales, se radicó en Florencia, Italia, lugar en el que conoció a quien fuera su esposa y madre de sus hijos: Giuliana Scalaberni.
Decidió regresar a Medellín con su esposa, ya en la ciudad, fue contratado para pintar algunos murales desde 1934 hasta 1938. Fue el primer artista en realizar r un desnudo en un mural de un edificio público. A raíz de sus desnudos, le prohibieron seguir pintando murales públicos, fue entonces, desde ese momento que se dedicó a diseñar trazados urbanísticos. Fue un hombre polifacético, pintor, escultor, urbanista, ingeniero, arquitecto, pero cada unode sus trabajos llevaba impreso el sello de su sentido social. En sus murales, muestra una denuncia social influenciada fuertemente por su padre.
Con todo, diseñó y construyó su casa con la ayuda de su esposa, dándole un toque artístico y acogedor. Gracias a la insistencia de Giuliana, el maestro determinó convertir su casa en un museo, por lo cual comenzó a coleccionar sus obras y a pintar varios murales.
Reviviendo el pasado
Al entrar y visitar la casa museo Pedro Nel Gómez, que es por demás patrimonio de la Nación, se puede observar la dedicación y entrega que el maestro le ponía a su trabajo. Una a una visité las salas en las que están expuestas sus obras, fue como un viaje en el tiempo, en el cual se reviven y recrean las circunstancias y experiencias que en algún momento rodearon a Pedro Nel. De igual manera, en cada rincón, pintura, cuadro, libro u objeto que hace parte de la casa, se siente el inmenso compromiso social que tuvo este artista y el amor que sentía por su cultura.
Fue así, como al pasear por cada sala, sentí más afinidad por unas, entre ellas, la “Alcoba del artista” en la cual había un relieve en madera llamado “Mujeres emigrantes” que era una denuncia al desplazamiento forzoso, llamado en ese entonces “emigración campesina”, lo que hace entrever que la situación en aquellos tiempos era muy similar a la que hoy día vive el país.
Así mismo,“La Gran sala”, muestra la capacidad creativa que tenía el maestro Pedro Nel Gómez, allí había maquetas, planos, fotos y documentos de este personaje, los que permitían un acercamiento a él como urbanista y como ser dentro de una sociedad. Entre todos los objetos expuestos un texto cautivó mi atención, en él decía:
Las ciudades futuras
…Pero el problema esencial radica en que quienes se destinan a la urbanización no pueden perder dinero en la construcción de parques, prados, jardincillo o fuentes, pues el valor de la tierra es superior a toda idea estética. Naturalmente tendremos una ciudad congestionada, en donde la falta de luz, de aire, la abundancia de gases tóxicos, el empobrecimiento de la ventilación darán sus resultados en la miseria fisiológica de quienes padecen la habitación oscura y el pan escaso…
Medellín 1945
En este fragmento, escrito 64 años atrás, se muestra la preocupación que sentía Pedro Nel por el futuro de las ciudades, preocupación que se basaba en el pasado y presente que estaba viviendo, y que sin discusión alguna se vive hoy.
Finalmente “El estudio del artista” fue otra de las salas que causó un impacto en mi, en ella, se mostraba todo el proceso de ejecución de un mural, se dice, que el maestro hacía una investigación previa para pintar, relación que hago con el oficio de ser periodista y comunicadora, porque es sumamente importante para poder llevar a cabo con éxito cualquier proceso comunicativo, sea escrito, visual u oral.
Bibliografía:
Pedro Nel Gómez. Universidad Nacional de Colombia. 2004. Centro de publicaciones. Primera edición. Pág 30.
En nuestro país se ha vuelto común, que a pesar de los triunfos de los deportistas, éstos mismos se quejan contra la falta de apoyo económico tanto del Estado como de entidades privadas.
Lo anterior no me asombra, pues al hablar de deporte en Colombia, casi lo único que se viene a la mente es el fútbol. Basta con sólo mirar la sección deportiva de los noticieros, para darse cuenta del desconocimiento e ignorancia que se tiene en otros deportes.
A veces nos preguntamos el por qué asisten tan pocos deportistas colombianos a los olímpicos y otros campeonatos mundiales, y por que éstos ganan pocas medallas. En toda la historia de los juegos olímpicos, nuestro país ha ganado 11 medallas: una de oro, tres platas y siete bronces; una cifra baja.
La respuesta a esto es simple: falta de apoyo tanto económico, de preparación como de recuperación en el trabajo y en otros aspectos importantes para una carrera como deportista, por parte del Estado y empresas privadas.
Dicho apoyo no debe ser pocos meses antes de ir a unos olímpicos o competencias, éste debe ser de manera permanente, de lo contrario va a ser difícil ser competentes contra deportista de otros países que se preparan durante muchísimo tiempo para una sola competencia.
Sí el deporte en Colombia tuviera más respaldo, serían más y más los deportistas, y esto sería un incentivo para que niños y jóvenes decidieran vivir por el deporte y no en la delincuencia que aqueja tanto a nuestro país.
Algo que se queda en la memoria y que impacta al hablar con el Lápiz, es su nobleza, es un objeto que muchas veces fue maltratado, mordido, quebrado y olvidado por sus dueños, y aún así, siempre está dispuesto a servir y a dar sin condición. No es en vano la dureza de la madera de su cuerpo, que lo hacen resistentes, aunque no mucho, a daños y perjuicios que quieran cometer hacia el.
Es delgado pero no hay que dejarse engañar, posee más fortaleza que cualquier otro objeto, ha servido de inspiración para muchos, el que tenga la oportunidad de tenerlo en sus manos, tendrá la capacidad de dejar fluir con libertad sus pensamientos y energías, y será creador de cosas inimaginables.
El amarillo que lo viste, muestra la lucidez y vitalidad que lo acompañan siempre, y que hacen de él, uno de los objetos más preciados que el hombre puede tener. Es sencillo pero en él, se pueden esconder lo más abstractos pensamientos que se puedan tener.
El Lápiz es sin duda, un objeto asombroso y maravilloso, que puede dar grandes lecciones y testimonios de lo que se puede conseguir con el, sólo hay que dejarse llevar y creer que lo que se teje entre él y su amigo el papel, es de gran valor.
Imagen tomada de internet:
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Parecía que esa mañana del sábado 8 de agosto iba a ser perfecta para don Jesús Restrepo. Se levantó muy temprano, más de lo acostumbrado, exactamente a las 5 de la mañana, alentado por la ilusión y alegría de recibir su quincena, como solía hacerlo desde hace 10 años.
Era una mañana vestida por vistosos rayos de sol, el viento soplaba suavemente y casi se podía escuchar una melodía en sus susurros. -Es un hermoso día- pensó don Jesús. Y allí, en su acogedora y humilde, pero hermosa morada ubicada en La Unión, municipio del Oriente Antioqueño, cuya distancia de la ciudad de Medellín es de 56 Km; don Jesús se arreglaba. Se puso la camisa leñadora azul que tanto le gusta a su esposa, su pantalón de trabajo, sus botas pantaneras y un simpático sombrero que casi tapaba toda su cara.
Fue así, como a las 7 y media de la mañana, entre los mugidos de sus 7 vacas Holstein, el cantar armonioso de las aves, los gritos y correteos de sus dos hijos, Jesús disfrutaba de un delicioso desayuno: huevos revueltos con arepita, quesito y un tibio café en leche.
-Que le vaya bien mijo, y recuerde traerme las cositas que le encargué- le dijo su esposa, quien lo despedía echándole la bendición.
Seguidamente, don Jesús se montó en su Jeep y se dirigió al Agrocolanta del pueblo, lugar en el cuál recibiría su pago.
Al llegar allí, saludó a todos los trabajadores, habló un rato con ellos como de costumbre y luego fue a la caja a reclamar su cheque.
Cuál fue la sorpresa de don Jesús, al ver que su preciado cheque, tenía menos cifras de las que esperaba, de las que normalmente recibía; sintió una inmensa indignación y confusión, no entendía que había pasado.
Fue en ese preciso momento, cuando vio entrar a Juan Fernando Tirado, asistente técnico de Colanta, a quien ya conocía, puesto que en varias ocasiones había visitado su finca, para el control de la leche…
Entre malas noticias
El viernes 7 de agosto a las 10 de la mañana, Juan Fernando Tirado recibió una inesperada y no muy agradable noticia en su oficina.
Colanta tomó la decisión de reducir el pago a sus productores asociados, incrementando los requerimientos y exigencias en la calidad de la leche.
Lo que es peor, es que ésta no era la única noticia, Juan Fernando Tirado como asistente técnico tendría que ir al Agrocolanta de La Unión, a darle la cara a los productores y explicarles el por qué éstos recibirían menos dinero en su pago.
Más tarde, Juan Fernando se fue a su casa muy pensativo y esa noche, casi no durmió. ¿Qué les podré decir?, ¿cómo recibirán esta noticia?, ¿Qué harán con sus familias y sus deudas?, se quebrarán con esta medida... éstas eran las preguntas y los pensamientos que rondaban su cabeza.
Cuando el reloj marcó las 4 de la mañana, sonó su despertador, -no quiero ir a La Unión, no quiero dar la cara, no quiero problemas, me van a linchar- éstas palabras fueron las primeras que pensó Juan Fernando al levantarse.
Se arregló lentamente y no quiso desayunar, sólo quería llegar al final de ese día, descansar y no pensar en nada más.
Se montó en su carro a las 5 y media de la mañana y se dispuso a recorrer el camino hacia La Unión, 3 horas de viaje y 56 Km que se hicieron eternos en los cuales pensaba en el futuro de las personas perjudicadas por las decisiones tomadas, pensaba en su futuro mismo, nunca imaginó que la crisis mundial financiera la vería tan de cerca.
Aproximadamente a las 8 y media de la mañana arribó al pueblo, se puso su chaleco de asistente técnico representativo de Colanta, se bajó del carro y caminó cabizbajo hacia el almacén en el cual tendría que esperar durante 6 horas para resolver dudas como vocero de su empresa.
La raíz del problema
Son muchos los problemas económicos que conmueven al mundo, con despidos masivos de trabajadores y empresas en quiebra. Ante la crisis financiera internacional, la recesión y el creciente desempleo, cobra importancia el cooperativismo como sistema económico y social.
A pesar de que Colanta es una cooperativa, no queda exenta de la problemática mundial, a esto se le suma el desconocimiento que tienen la mayoría de funcionarios públicos en Colombia para diferenciar entre un acto comercial y un acto cooperativo, por esta razón, a Colanta le ha tocado defenderse de intervencionismos del Estado.
Cada 6 meses se reajusta artificiosamente el precio de la leche al productor, basado en una inconsulta fórmula, ignorando que en “biología no existen leyes”. Con dicha fórmula matemática, se desconoce la estacionalidad de la producción de la leche, los cambios climáticos, el régimen de lluvias, y que en abril, mayo, junio y julio sobra leche, pero que en enero, febrero y marzo disminuye significativamente la producción, porque se secan los pastos y las vacas no tienen agua suficiente. Lo más grave, es que la fórmula también olvida los variables precios de la leche en polvo en el mercado internacional, que pasó de US $5.500 a US $1.900 la tonelada, esto hizo que las exportaciones disminuyeran hasta un 56% en el año 2008 en relación al 2003.
Es difícil comprender cómo para la leche, producto vital para niños, madres embarazadas y ancianos, que requiere un manejo especial desde su productividad, enfriamiento, transporte, procesamiento, distribución, y además que es fuente significativa de generación de empleo rural y urbano, se cree tanta inestabilidad jurídica con improvisados y caprichosos cambios semestrales de precios para esta materia prima, que ordenan aumentar el precio base cada seis meses.
Para tratar de compensar las pérdidas como consecuencia de estas leyes y la crisis, después de mucho pensarlo, Colanta decidió exigir más calidad y aumentar los requerimientos para la leche, medida que la mayoría de productores no cumplen por diversos motivos, razón por la cuál se les pagará menos.
Dos mundos diferentes, un desventurado encuentro
Eran las 9 menos cuarto cuando Juan Fernando entró al almacén y vio a don Jesús Restrepo en espera de una explicación.
-Cómo está don Jesús- dijo Juan Fernando.
-Pues no muy bien mijo, mire lo que me llegó de sueldito, ¿qué pasó?- respondió don Jesús con un tono melancólico y afligido.
Contrario a lo que Juan Fernando pensaba, don Jesús ni lo linchó, ni le gritó ni lo insultó, de hecho, fue muy respetuoso y lo único que quería era una respuesta que lo consolara. Juan Fernando sacó fuerzas y con una voz fuerte pero alentadora, le explicó todo lo sucedido, todos los problemas por los cuales estaba atravesando la empresa, problemas que para el caso de Colanta, sólo afectan a una amplia minoría, la mayoría de ellos, campesinos humildes que su único sustento es el de la venta de leche a la empresa; problemas que no tocan a los “grandes”, a los de arriba porque siguen recibiendo los mismos millones de pesos.
Aún así, con todas las explicaciones de Juan Fernando, don Jesús no quedó convencido, tenía que llegar a su casa a contarle a su familia, las cosas ya no serían igual, nunca pensó que la tan mencionada crisis económica tocaría a su puerta.
Muy triste don Jesús se encaminó rumbo a su hogar, el brillo y lo hermoso de esa mañana, se opacó y tornó gris ante la incertidumbre que llegó a su vida.
Por su parte Juan Fernando, siguió su día normal, se quitó un gran peso de encima y pudo estar tranquilo, pese a la intranquilidad y zozobra de otros.
Disfruté mucho leyendo el texto de Juan José Hoyos, porque es tan rico y agradable, que cada palabra que leía me iba envolviendo más y más; no quería parar de leer.
Para mí éste texto es como el cuento que nunca te cansas de leer y cada vez descubres nuevos encantos que antes no habías percibido.
Pienso que es muy gratificante leer esta narración porque es tan simple y a la vez tan elaborada, que no deja espacios para malas interpretaciones o confusiones, cosa contraria a lo que me pasó con el texto de Ong, que al principio me parecía un poco confuso y enredado; casi inmediatamente comencé a leer las primeras líneas creé una barrera porque no me gustaba la manera en la cual está escrito este texto, aunque a medida que avancé en la lectura desbloqueé mi mente y me dejé llevar por el texto y entendí que para poder llegar a comprender lo que en él se trataba tenía que ser escrito de esa manera.
Bibliografía
HOYOS, Juan José (2003). Escribiendo Historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo, Primera Edición; Editorial Universidad de Antioquia. Colombia.