El día de hoy por grupos estuvimos en la cabina de radio grabando la Radionovela que cada grupo tenía que inventar.
Esta experiencia personalmente fue muy buena, la emoción de estar ahí sentada frente al micrófono fue maravillosa, podía sentir casi los latidos de mi corazón por el susto, la euforia, nervios y felicidad de estar ahí.
Nunca había tenido la oportunidad de estar en una cabina de radio antes, por lo cual era algo nuevo para mi.
Al principio estaba muy nerviosa pero la tranquilidad y los ánimos de la profesora menguaron tal nerviosismo.
Nos dispusimos a grabar nuestra radionovela y entre suspiros, sonrisas y respiraciones suaves empezó la grabación, quería poner en práctica muchos ejercicios de respiración que habíamos visto en clases anteriores, y trataba de tomar en cuenta cada una de las recomendaciones hechas por la profesora, había llegado mi turno para hablar, con cierta tensión y suavidad en mi voz comencé a hablar, fue tal la emoción que el miedo que antes sentí se convirtió en mi aliado y me entusiasmé muchísimo, me sentía feliz haciendo esto. La sugerencia de la profesora para mi fue que hablara más fuerte, y creo que lo conseguí.
Terminamos sin muchas complicaciones la grabación y me sentí tan orgullosa de mis compañeros, de mi misma y mi profesora por haber hecho un buen trabajo, al final al escuchar nuestro trabajo me sentí satisfecha pues para ser la primera vez que hacíamos esto nos había salido muy bien.
Como conclusión a este relato es que en la cabina de radio es necesario entrar tranquilo porque la respiración acelerada, los nervios, algunos vicios que tenemos con la boca se escuchan y afectan la voz, por eso es necesario tomar hacer uno que otro ejercicio de respiración y algún ejercicio con la boca para entrar por decirlo de alguna manea caliente para que las cosas salgan mejor.
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